
Un año antes Hillary ya había intentado la escalada y había fracasado por completo. Así y todo, los ingleses reconocieron su esfuerzo y lo invitaron a hablar ante una numerosa concurrencia.
Hillary comenzó a relatar sus dificultades, y a pesar de los aplausos, decía sentirse frustrado e incapaz. Sin embargo, en un momento dado, dejó el micrófono, cayó en la cuenta de la talla de su empresa y gritó:
-¡Monte Everest, me has vencido esta primera vez. Pero te conquistaré el próximo año, por una razón muy simple: tú ya has llegado al máximo de tu estatura, mientras que yo todavía estoy creciendo!
Segundo asalto: el definitivo....tampoco era tan alto...y el Everest está cerca de Bután...
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