23/10/08

Optimismo natural

Se cuenta la historia de gemelos idénticos: uno lleno de optimismo que a menudo solía decir: ¡Todo está saliendo color de rosas! y el otro, un pesimista triste y sin esperanza que de continuo esperaba que sucediera lo peor. Los padres preocupados por los gemelos los trajeron a un psicólogo, con la esperanza de que él pudiera ayudarlos a balancear sus personalidades. El psicólogo sugirió que en el próximo cumpleaños de los gemelos, los padres los pusieran en habitaciones separadas para abrir sus regalos. -Dénle al pesimista los mejores regalos que puedan comprar -les dijo el psicólogo- , y al optimista una caja de estiércol. Los padres hicieron como se les dijo. Cuando miraron a hurtadillas al gemelo pesimista, lo escucharon quejarse: -No me gusta el color de este juguete. ¡Apuesto a que este juego se va a romper! No me gusta jugar a este juego. ¡Conozco a alguien que tiene uno mejor que este! Atravesando de puntilla el pasillo, los padres miraron a hurtadillas y vieron a su hijo optimista, que con alegría tiraba al aire el estiércol. Se estaba riendo mientras decía: - ¡No puedes engañarme! ¡Donde hay tanto estiércol, tiene que haber un caballo! ¿Cómo estas mirando la vida hoy? ¿Cómo un accidente que está esperando por suceder, o una bendición a punto de ser recibida? La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo. Ellos hacen lo mejor de las cosas.

1 comentario:

Salvador Pérez Alayón dijo...

¡Gran sabiduría se esconde en esta historia! Díriamos que todo depende del cristal con que ser mire. Todo empieza por aceptarnos y querernos como DIOS nos hizo, porque es ÉL QUIÉN más nos quiere tal como nos hizo. De ahí nace la confianza y el optimismo en la vida. ¡Si DIOS me quiere así, ¿no voy yo a quererme y aceptarme tal como DIOS mi hizo y quiere?
Gracias por estos bellos y profundos pensamientos que hacen pesar.
Un fuerte abrazo.