31/12/07

Atardecer

Otro atardecer, esta vez distinto, de algún modo diferente del resto de atardeceres del año Este atardecer nos hace reflexionar. Un año que acaba. Un año que comienza. 31.536.000 segundos que pasaron, a veces demasiado deprisa, a veces demasiado despacio...muchos de ellos con un denominador común, segundos inolvidables marcados a fuego de sonrisa en abrazo, de mirada en susurro, segundos para la eternidad, que se encuentran guardados por siempre jamás... Al fondo unas montañas que, al fin, el cielo decidió cubrir de blanco como guinda final de este año. Como la guinda de una tarta de chocolate tras otra, que atónitos dejaban unos ojos abiertos incrédulos. Un año en el que acabaron quinientos años de pistas en forma de piruleta. Si me perdiera, sólo tú sabrías dónde y cómo y cuándo me podrías hallar. Un año en el que entendí por qué tienes los ojos grandes, porque lo observas todo con el corazón más grande todavía. Rincones escondidos, que solo tú sabías que existían, y te propusiste explorar y descubrirlos, redescubriendo la vida, como un regalo sorpresa, cruzando sus pasillos laberínticos, hasta alcanzar ese lugar del cual ya es imposible volver... Tus ojos esta tarde han vuelto a reír en azul, al comienzo del invierno...al finalizar un siete y empezando a dibujar un ocho que tendrá forma de sonrisa...

No hay comentarios: