26/6/07

Partir

Cuando me voy de tu lado, mis pasos son como los del prisionero a quien llevan al suplicio. Al ir a ti, corro como la luna llena cuando atraviesa los confines del cielo. Pero al partir de ti, lo hago con la morosidad con que se mueven las altas estrellas fijas. Hay instantes donde tan sólo deseas prolongar para siempre el tiempo, congelar un momento, para contemplar unos ojos, lanzar una mirada que aprese el tiempo, usar tus oidos como una red para guardar una risa, un susurro cómplice que te hace sentir vivo....pero justo en ese instante, tan solo echas de menos unas esposas para poder capturar todo. Pero siempre nos queda un arma: nuestro recuerdo, que como unas esposas, trata de capturar instantes, con la esperanza cierta de que la próxima vez no escaparán de tus manos... Seguro que no habrá resistencia.

1 comentario:

Little dijo...

el encuentro tras la separación produce una alegria como la de un agonizante que se cura;un gozo que suspende las almas y hace revivir a quien vio acercarse la muerte con la separación........