Los momentos y el tiempo en sí pueden ser breve o hacerse eternos, dependiendo de la emoción con la que se vivan.
Últimamente todo vuela, el tiempo, mis manos, mi mente, mis ojos, todo. Es como si de repente se hubieran borrado las manecillas del reloj, como si hubiéramos echado a volar el tiempo, y no ya en horas indefinidas entre los cuartos de la esfera de tu reloj, sino mucho más....como si el tiempo se hubiera borrado y tan sólo nos quedaran esos instantes mágicos entre el amanecer y el atardecer disipándose en la noche poco a poco en voz baja.
El tiempo vuela, claro que, el tiempo no es más que el movimiento del sol, de satélites y planetas a su alrededor y sobre sí mismos en esta esquinita del Universo. En estos días de primavera parece como si el sol, la luna y las estrellas hubieran decidido emprender una huida hacia adelante como tratando de que nunca les alcancemos y, así, el viaje dure por siempre.
Lo mejor del espacio es que no hay pájaros (que se sepa).
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